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Sobre CoronaKidsColombia

Niños de la escuela holandesa en Bogotá recaudan dinero para niños en barrios pobres

La crisis que rodea al Coronavirus ha golpeado fuertemente a los niños en los barrios pobres de Colombia. ¡Y a los niños de la escuela holandesa en Bogotá les gustaría hacer algo al respecto! Con la campaña apoyan a sus compañeritos en Soacha, un suburbio pobre de Bogotá. La mayoría de estos niños han huido, con sus familias, del conflicto armado desde otras regiones del país. Ahí viven también muchos niños venezolanos. Sus padres llegaron a Colombia antes de la crisis de Corona, debido al colapso de la economía en su propio país, con la esperanza de construir un futuro mejor. Muchas familias viven con cuatro, cinco o seis hijos y, a veces, con otras familias reunidas en casas sencillas. Suelen estar mal aislados, a pesar del frío a la altura de 2600 metros sobre el nivel del mar. Por lo general, estas familias ganan sus ingresos por día para sobrevivir y pagar sus obligaciones, por ejemplo, vendiendo dulces o bolsas de basura en la calle, horneando empanadas y otras pasabocas, o como empleada de servicio trabajando en los hogares de personas con más recursos.

Los niños pobres de Soacha han estado en casa durante meses y no pueden asistir a clases virtuales porque en general no tienen acceso a internet. Sus padres quedan ahora sin trabajo y sin ingresos. Los niños a menudo comen una comida al día porque no hay suficiente dinero para comer más

Debido a la cuarentena en Colombia, estas familias no han tenido ingresos durante meses. A menudo los niños se saltan una o dos comidas al día. Los programas de ayuda del gobierno a menudo no llegan a estas familias, y los bancos de alimentos locales no dan abasto frente a la gran demanda. Sus deudas están aumentando, porque ya no pueden pagar el alquiler, el agua, el gas y la luz. Entonces tienen que sobrevivir con ayuda de iniciativas privadas. Los niños deben permanecer en sus casas y, aunque las escuelas deben ofrecer clases en línea, no son de mucha utilidad. Sus padres generalmente no tienen computadoras o teléfonos móviles para seguirlos, no tienen internet en la casa y los cibercafés están cerrados debido a la crisis. Muchas familias tienen trapos rojos colgando de la ventana: la señal de que realmente ya no logren sobrevivir sin ayudas. Los niños de la escuela holandesa recaudan dinero para ayudar a estas familias.

Qué compramos con las donaciones

De las donaciones compramos paquetes de ayuda con alimentos (arroz, harina, aceite de cocina y otros productos alimenticios), y para los niños, que generalmente no tienen pertenencias propias, algunos juguetes y útiles escolares, para ayudarlos en su tiempo en casa durante la cuarentena. Con una donación de 40.000 pesos colombianos una familia de dos niños y dos adultos tendrá suficientes alimentos para una semana. Con 80.000 pesos podemos ayudar a dos familias de cuatro personas durante ocho días.

¿A quiénes ayudamos exactamente?

Ayudamos a las familias registradas como las más pobres en el municipio de Soacha. La mayoría de ellos son inmigrantes de otras partes de Colombia, como la costa del Pacífico afrocolombiano y el interior. Después de que se firmó la paz entre la guerrilla de las Farc y el gobierno en 2016, otros grupos armados ilegales continuaron la lucha armada allí, haciendo imposible el retorno. Las familias venezolanas a las que ayudamos tampoco pueden regresar. Dada la crisis política y humanitaria en su país, la situación allí es posiblemente aún más grave que aquí.

Sobre los organizadores de la iniciativa

La campaña CoronaKidsColombia es una iniciativa de los niños de la escuelita holandesa en Bogotá y sus amigos y amigas de las comunidades holandesa y Bélgica en Colombia. Varias organizaciones han aportado de manera voluntaria su experticia y su apoyo logístico para poder realizar esta página web y la campaña virtual, así como la organización de la entrega de los paquetes de ayuda.

La escuela holandesa trabaja junto con La Familia Ayara para que nuestra ayuda llegue bien

Para garantizar que las donaciones lleguen a los hogares más necesitados, la escuela holandesa encontró en la fundación La Familia Ayara su aliado local. Esta organización ha trabajado con niños y jóvenes en barrios pobres y en zonas de conflicto en Colombia durante más de veinte años. A través del hip-hop y las artes urbanas, La Familia Ayara les ayuda a ser más resistentes y a usar sus talentos artísticos para expresar sus traumas, frustraciones y aspiraciones. Los jóvenes en riesgo aprenden habilidades para crear un futuro más allá del crimen, las drogas y la prostitución. Los niños que son víctimas de violencia doméstica, abuso sexual y negligencia encuentran en la fundación un ambiente seguro en el que pueden ser escuchados y trabajar en su autoconfianza.

Para garantizar que las donaciones llegan a los hogares más necesitados, la escuela holandesa trabaja en conjunto con la fundación La Familia Ayara en Bogotá. Esta organización ha trabajado con niños y jóvenes en barrios pobres y zonas de conflicto en Colombia durante más de veinte años

Los proyectos están financiados por gobiernos nacionales y locales e instituciones de atención juvenil, y por socios internacionales como UNICEF, Warchild y la organización de migrantes y refugiados de la ONU, la OIM. La Familia Ayara también ha trabajado con los niños de Soacha, a donde irán las donaciones de la campaña CoronaKidsColombia.

Para los niños pobres que lo están pasando aún más complicado como resultado de la crisis de Corona en Colombia, ¡cada euro vale oro! Cualquier donación, grande o pequeña, es bienvenida. Ve a la página “Elige y Dona” y ayuda

Los niños de Soacha que recibirán las donaciones viven en las áreas más remotas de Soacha, donde las vías no están pavimentadas y donde las pandillas callejeras hacen la vida insegura. Pero como cualquier niño, ellos se adaptan de la mejor forma. Ángel David (11) de Venezuela, por ejemplo: ya no tiene brazos y es una celebridad local, pues se cepilla los dientes, toca el piano y pinta con los pies. O Allison (8), quien escribe hermosos poemas y también hizo uno como agradecimiento por los niños de la escuela holandesa. Y Yésica (27) con síndrome de Down, quien fue sacada de la escuela primaria por su mamá porque fue víctima de acoso escolar.